¿Cómo saber si usted ha muerto?
El paso al otro mundo puede
en un principio pasar desapercibido o tal vez ser una de esas cosas que “casi no se siente”,
es posible que se le parezca a una cosquillita o quizá a un estornudo, pero
generalmente se presenta como un escalofrió en las nalgas, largo, una especie
de entumecimiento del odio, una corriente de medusa que le viene desde el
centro de los muslos y se le termina en el medio de la espalda besándole la
columna de una manera tierna e insensible.
Sabrá usted que ha muerto
cuando después de sentir el escalofrió se dé cuenta que le ha dado un hambre
voraz, que puede usted tragarse y engullir toda la carne o los vegetales del
mundo entonces notara que al abrir la billetera está ahí, solito, un billetico
de cincuenta que usted no recuerda haber puesto ahí. Se dará cuenta que a
muerto cuando vaya sonriente a cambiar su billete de cincuenta mil pesos
colombianos moneda corriente amén y su prójimo se lo cambie sin titubeos ni
duda, prueba viviente de que en el país por obra de quien sabe que logro
erradicarse la maldad y que todas las almas están de repente limpias aunque no
sean transparentes. Extrañamente notara que su Facebook (y también en otras cuentas
que tenga en cuanta red social exista) estará lleno de actualizaciones por
cambio de foto y que los raros contactos que usted creía eran dibujos de anime
resultan ser extrañas y simpáticas personas, unas personas lánguidas y pálidas,
sonrientes seres que no creen en alambrarse los dientes para sonreír mejor, y
por alguna razón siente usted que son muy bellas como todas las otras creaturas
que en algún momento fueron sinónimo de hermosura chicas blancas y de pelo
largo lindas como las rubias de ojos cambiantes, los actores hollywoodenses y
las flaquitas de pasarela, estará aprobada la aceptación y todos conocerán la
belleza. Todos podrán amarse con la persona que les ha gustado en la buseta y nadie
temerá hablar, porque cuando uno a muerto el rechazo no existe, todos son
felices y cuando besan al amor de su vida en el autobús en vez de quedarles en
la boca un gusto a cigarrillo, todos los besos sabrán a gloria.
En el más allá que es muy
parecido al más acá la luna estará llena todas las noches y habrá más de mil
estrellas y ni una sola nube, y el firmamento parecerá amplio y habrá lluvia de
cometas casi todas las noches tanto así que le va a parecer que caen del cielo
ardillas en paracaídas, tortugas en paracaídas, caballitos de mar en paracaídas,
Huidobros en paracaídas y todos contemplaran muertos en los techos de sus casas
y en los noticieros dirán que ya está aprobado que los países de este lado del
continente hagan el viaje a Plutón en primera clase, al fin. Es por eso que al
presenciar la noche todos saben ya que han muerto, pero si usted no tiene la
fortuna de morir pasado el meridiano si no que falleció antes de las 11:45
antes del meridiano sabrá que ha muerto si llegado el mediodía los mecánicos de
su barrio ya no usan camisas sucias y agujereadas con los logos de los partidos
políticos de moda si no que van limpios y con las camisetas blancas, posiblemente
vaya usted como de costumbre a la misa, a su culto o la iglesia y se dé cuenta
que todo el mundo puede creer libremente en su Dios, solo que ya no se pide
limosna ofrenda ni diezmo y por alguna razón la salvación y la vida eterna son
temas que ya no aparecen en la biblia ni el Corán sea cual sea su versión.
Si la muerte lo atrapa en el
autobús digamos, sabrá usted que esta muerto porque cuando se sube el vendedor
ambulante no dice que se ha visto en la
necesidad de montarse al autobús si no que le divierte mucho y no se
disculpa si incomoda a alguien porque la gente no se incomoda, inclusive admite
el vendedor ambulante que se niega a un trabajo de oficina y le gusta mucho el zarandeo
del transporte público.
Nos daremos cuenta que hemos
muerto cuando al pagar el taxi de venida de la fiesta no nos cobren recargo
nocturno ni de domingos o festivos, cuando todos podamos tener un crédito para
casa sin fiador ni intereses, cuando para la fila del banco hallan implementado
el uso de sillitas con ruedas para agilizarlo todo y que uno no se canse mientras
se hacen los tramites, cuando nos demos cuenta al pagar la tarjeta de transmilenio
que ya no se admiten pasajeros de pie y todos cabemos sentados, en ese momento habremos
muerto, cuando al cerrar la ventana de Word todo se guarde automáticamente y en
fotojapón no pierdan nuestros rollos revelados,
y nadie llore con el gymnopedie y woody Allen
no sea raro, todo será entonces perfecto y no existirá la duda, ni las ideas en
contra de nada, y cuando nadie proteste y la fila en el Mc Donald’s del centro comercial
no tenga más de 3 personas, y el mundo parezca amplio porque nadie necesita ya
visa, solo en ese momento sabremos que hemos muerto, porque cuando bien signifique
lo mismo que mal y no haya diferencia entre lo correcto y lo errado, y solamente
las noches valgan la pena. Entonces… le parecerá a usted que ya no hay nada porque
vivir, entonces… estará usted muerto.
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