martes, 30 de diciembre de 2014

392 canciones de Daniel Johnston para Daniel Johnston



A ninguna carne le interesa ser amada,
en lo más mínimo.

Cuando los días comiencen a irse,
veré que pongan en mi epitafio la letra
de todas las canciones que componen
los 23 álbumes
de un hombre
que es el ser más triste del mundo,
aunque él no lo sepa.

Un epitafio, digno y bueno,
en el cual me regodeo como un pez muriendo.

La tierra húmeda se mete por mi nariz.
estoy teniendo aquella conversación en un atasco,
y tu boca habla
y mi boca escucha
y aseguro, querida, reafirmo,
que el mar es profundo,
y si adentro mueres,
es porque no soportas ser el único pensamiento
inteligible, bajo el agua.

Comenzare a perforar mi corazón,
y con el paso de los días notare, que
lamentablemente el mayor agujero de mi cuerpo
esta consagrado
como un choque de lucidez en la mente
de un enfermo,
como el recuerdo primigenio de un hombre
que ha caminado durante 7 horas
sin rumbo alguno,
porque ha perdido la memoria.

Cada vez que trato de configurar
una idea,
acerca de lo que hago,
del camino que debo tomar,
entonces he olvidado de nuevo lo que pasa,
y la luz es irremediablemente azul y helada.

A ningún ser le interesa comprender que le aman,
a menos
que aquel sentimiento no sea único,
a menos
que el ser en cuestión,
ame.


martes, 9 de diciembre de 2014

Miles de pequeñas historias que no parecen relevantes

"Un hombre blanco que hubiera querido decirte una cosa hermosa, escribiría: <<No puedo olvidarte>>, Los africanos dicen: <<Pensamos que nunca puedes olvidarnos>>"

Karen Blixen


Siempre hay una historia real sustentada por miles de pequeñas historias que no parecen relevantes. Bajo corriendo a la cocina pero no hago ruido, busco comida en la nevera,  y en la alacena. Mi integridad moral es un trozo de pan con moho. 


Un amigo metido en un autobus,  mira de manera desinteresada todo lo que existe y asegura que la primera frase de un texto siempre debe ser verdadera. Que no lo dice él, que lo dice Hemingway. Que queremos a Hemingway, porque leer a Hemingway en completo silencio durante un año de soledad es hermoso. La primera linea debe ser sincera y cierta, sobretodo cierta. 

Cierro los ojos, son las 4:30 de la mañana, la habitación es oscura y los bordes de las cosas están iluminados por una pantalla, todo es lúcido. Hay un único sonido que es la voz de alguien, y esa voz es similar al agua. 

Me siento al borde de la piscina, afuera del complejo llueve, mi padre hace 100 mts y se queda en la otra orilla. Adoro el agua, abajo veo mis pies azules como si hubiera muerto, mis piernas increíblemente lisas. Tengo la impresión de que la vida es mucho más larga de lo que creíamos que sería. Me impulso desde la pared, toco el fondo, estoy dos metros abajo del oxigeno que necesito, giro para ver hacia arriba, las burbujas suben, y todo parece estar limpio afuera, el agua es azul y el cloro es sagrado, si alguien grita un mensaje ininteligible a través de la corriente inmóvil, no podre oírlo, porque mi tímpano es presionado por el agua, me impulso con la punta de los pies hacía la superficie, recuerdo que la primera vez que Hans Reiter vio un bosque de algas, lloraba debajo del agua. Antes de cruzar a la superficie y ahogarme en mi oxigeno, pienso si no sera raro recordar citas textuales mientras mis pulmones están contraídos, puede ser que no.

La gente ha ido abandonando la sala de cine lentamente, estoy sentada en la tercera silla de izquierda a derecha, en la penúltima fila. Una mujer en la pantalla espera por el cuerpo de su marido, cuya mano inerte debe estar sosteniendo una bolsa blanca con un par de zapatos. Hay un parto, aves negras atravesando la pantalla que tiene un cielo azul. Hay una masacre. Saco maní de una bolsita roja y lo como. Hay una anciana delgada, de pie frente al agua de un manglar hecho de casas, vestida pasa salir, bien peinada, con un par de nuevos zapatos, y una mano que acaba de acariciar lentamente su ataúd, junto a la cama, una madera modesta, un lugar silencioso.

Will McBride

CNN Latinoamerica pasa una noticia. Digo a mi familia lo que sé sobre 43 personas, ellos dicen lo que saben, la noticia se prolonga, almorzamos, me piden que sirva más Cocacola en los vasos, los lleno a tope. 



Conocí hace un par de meses a Alguien. Alguien lloró cuando escucho a su primer paciente, un niño ciego de 9 años, responder al primer item (De vez en cuando estoy triste/ Muchas veces estoy triste/ Siempre estoy triste.) del CDI de M. Kovacs, diciendo que a veces estaba triste, pero que sin embargo esa tristeza no era lo verdaderamente triste, sino que lo verdaderamente triste era que no podía llorar cuando sentía aquella tristeza, porque sufría también de un problema glandular, por eso cuando estaba al borde del llanto le picaban mucho los ojos y todo ardía. Pero, la verdad era que él no sabía como se sentía estar triste, porque creía que la tristeza eran las lagrimas, entonces el niño preguntó a Alguien, si para responder a esa pregunta era necesario haber llorado alguna vez, Alguien dijo que no y lloró. Luego, cuando el cuestionario siguió, el paciente de Alguien  deliberó de nuevo en el item número 20 (Nunca me siento solo/ Muchas veces me siento solo/ Siempre me siento solo) mientras decía, que quizás se sentía solo, porque aveces oía los pasos de su madre por la casa y cuando la llamaba ella no respondía nada, pero que de todas formas eso parecía bueno. Y luego preguntó a Alguien si sentirse solo podría también ser algo bueno, Alguien estuvo obligado a decir que no y lloró.



El acceso a los demás es una infamia. Ninguno de nosotros ha pensado en un tercero sin usarse a si mismo como modelo. Sabemos lo que se siente, hemos sentido miles de veces, pero jamas a los demás. Existe una sola historia, que es la propia, un pájaro no se estrella contra una ventana, de hecho, un pájaro ni siquiera se estrella. Todos los gestos hechos en una caminata silenciosa por el patio de una casa, son gestos perdidos, que no van a ningún lado, neuronas espejo que no se activan, movimientos que nadie ve. El acceso a los demás es incierto. El acceso a los demás son todas aquellas pequeñas historias que configuran la historia real, pero ¿sentirse solo podría también ser algo bueno?.