lunes, 9 de mayo de 2011

Las horas no llevan prisa,
las horas no llevan nada porque no sienten nada,
las horas pasan, no gimen, no lloran ni sollozan,
no temen como yo a este impávido despertar matutino,
a este alcanzar fines de semana tediosos,
no se derriten ante la idea de detenerse a esperar un poco,
las horas no disfrutan el cielo de 6:30, brisa en medio del alma y leve dolor de oídos,
Todo esto pasa sin que las horas se den cuenta,
Y no es que las horas no existan,
Es que las horas no ven y así es más difícil descubrir el color del paraíso o el del averno.

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