domingo, 23 de noviembre de 2014

No es cruel el mundo



No es cruel el mundo,
pero yo exijo un nuevo amor,
un corazón soberbio, altivo y minimalista,
que no cree,
incapaz por completo de ver,
de existir.

El mundo es suficientemente violento,
¿y si no lo es?
aquel amor lo sera
todo lo que se estrelle contra él
tendrá que morir, o torcerse hasta desaparecer,
el camino largo y estúpido por el que
debe el mundo desfilar, arrastrándose,
sera su camino, no dolerá.

Rechino los dientes,
Nunca he sido destruida como debería,
jamas he sido lastimada desde fuera,
pero he visto el hielo quemando
decenas de veces.

Recuerdo una golpiza brutal,
y mucho llanto,
el metal chorreándome de la boca,
el silencio,
la poca autoridad para vivir
con la que nacen los niños,
el camino de las manos agarradas fuertemente al vacío,
un pensamiento que traspasa el amor de mi padre,
el de mi madre,
el de mi hermano,
y se queda en la cara de aquella mujer herida,
que no soy yo,
aquella mujer que de ninguna manera soy, ni seré, nunca, jamas, no.
aquella persona que no existe,
ni siquiera para sí misma.

cierro la puerta, veo el cuerpo de todos,
salgo y no hay más que millones de cuerpos extraños
que se tocan levemente y eso esta bien,
caras de niños.

Llueve desde que nací,
hemos tratado de movernos por lo bajo,
modificar aquella dirección,
sin embargo no hay más caminos.

Solo
este charco de neón,
este pequeño sueño del asesinato:
El parricidio es valido únicamente
cuando quien muere
no es tu verdadero padre, sino el otro
el impostor.

No es cruel el mundo,
piensa que se hunden los que deben,
y que alguien en alguna habitación
conoce el lugar de la tormenta
donde la luz y el sonido son la misma cosa.

El lugar en el que nacía todo,
pero nacía muerto.


sebastião salgado 


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