miércoles, 22 de enero de 2014

La banca de este parque es helada...



los balones de basket hunden el suelo,
pequeñas explosiones de nada, si cierras los ojos
puedes entender las partículas de caucho anaranjado
pegadas al asfalto,
una y otra vez,
como un salto que al desprenderse
deja los pies en el suelo,
pero nadie quiere pensar en eso
porque lo que importa es que estas fuera
que el pesado aire frió
no puede asfixiarte
que tus costillas no están contraídas
los pulmones no se te han llenado de agua.

Esto
Puede ser Harlem
pero aquí
la carne es débil.

Un cable eléctrico atraviesa tu pequeño cielo,
no puede existir nada más frió
que una banca de parque
a las 6:00 am.
nada más blanco que una espalda ciega
que se estremece  con los gritos de los
chicos que juegan.
Y no hay nada más inútil
que tratar de entenderlo,
nada más estéril que tratar.

El sol escuece las heridas abiertas.
Tu pecho. Una abeja zumba en tu cara,
la infancia,
cierto tiempo adolescente
en el que se podía sufrir.
Feliz cumpleaños a ti,
los muchachos comienzan a desear la carne,
feliz cumpleaños a ti,
la banca de este parque es helada
igual que tú;
como si no tuvieras sexo,
como si no hubieras comenzado a desear nunca,
feliz cumpleaños a ti.
(golpe en el asfalto)
Los balones de basket se callan,
lo mejor es irse antes de que todo vuelva.






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