No estoy llorando porque esto sea lo suficientemente importante para mí, estoy llorando porque no lo es
Estoy llorando porque quiero formar
parte de un club llamado “inútiles aficionados a
todos los campos deportivos iluminados en la noche y
vistos desde cualquier vehículo en movimiento”.
Estoy llorando porque quiero ser aceptada en este
club, porque quiero hacer parte de algo pequeño y honesto, porque creo que
como ser humano merezco un espacio singular y especifico en el cual pueda mirar al
frente y sonreír sin decir nada.
Estoy llorando porque los clasificados en
internet no anuncian ningún club deportivo que no se dedique en lo absoluto al
deporte, sino solamente a la contemplación. Mis ojos se hinchan y mi cara se pone
muy pálida como si tuviese frío y no hubiera alrededor de mí ninguna cosa viva a la que
pudiera acercarme para mantenerme a salvo.
Estoy llorando porque siento
que puedo hacerlo, que tengo el derecho, que no tengo otra oportunidad fuera de mí,
que soy la única razón por la que estoy aquí, y que no estoy sola, que jamás estaré
tan sola como creía, como pensaba, que jamás estaré fuera de nadie.
Me acabo de dar cuenta de que has cerrado tu FB. Seguramente lo hiciste desde hace un buen rato y no me di cuenta sino hasta ahora. Quería escribirte que te extraño. Ha llovido tres días seguidos en Bogotá y desde hace tiempo algo tan común no me producía tanta alegría como ahora. Me di el lujo de releer entradas antiguas de este blog y al acabar recorde por qué te quiero tanto. Te extraño Alexandra. Espero poder leerte pronto.
ResponderEliminarTe beso.
Me preocupa la ausencia de caracterización de personajes (tú personaje particularmente) en este pequeño comentario. Busco pistas en palabras como "releer", "Bogotá". Sin embargo, que más da, cuando mi berrinche actual disfrazado de "vacación de redes" termine, volveré a lo de siempre. La lluvia, seguirá.
EliminarPor ahora, te abrazo.