viernes, 28 de agosto de 2015

Otro tipo de cosas



No estoy aquí para que elijas el signo de mi soledad.
No quiero que
me digas la forma en la que
debo bailar cuando estoy triste.
No necesito el recordatorio
de una cara que me mira de lejos y sonríe
como si estuviera tras un muro y en realidad
no pudiera verme.
Todo eso me es inútil.
No vine a sentarme aquí
con algún propósito extra.

No me quieres
Y es comprensible.
Siempre hay un choque dentro de todos.
He entendido un par de veces
el modo en el que todo se conecta
dentro de mí y en el mundo.
No quiero interrumpir esto.
Hoy cuando estaba sola en la parada del autobús
vi que las siluetas de los  edificios
eran justo como debían.
El color negro estaba bien.
Y el cielo era justo como el cielo que debe haber
tras una silueta
que siempre es la correcta
aunque nadie diga nada.

Luego cuando llegué a mi vecindario
creí que los colores de las calles eran iguales
a los de un barrio chino con un mercadillo ruidoso.
Y puede que sea cierto.
No quiero tener que olvidar nunca
la forma de las cosas cercanas.
Si un pez me atraviesa
quiero ser cortada a la mitad para que pueda ser liberado.
Si un pez me atraviesa
quiero su boca muerta cerca de mí,
y un augurio de suerte
seguido de una idea brillante pero incomunicable.

Necesito ser una persona sensible.
Quiero que todo me quiebre.
No quiero que mi cerebro comience a morir
Quiero expandirme.
Quiero pensar con el hemisferio derecho
Quiero decir que lo que descubrí allí
parecía una idea tan importante
que necesitaba ser comunicada,
una idea simple como una pared,
una idea simple
como un cielo raso de madera pintado de blanco,
una idea simple como un patrón de acción,
una idea simple como alguien
que se sienta en una banca y mira al suelo.
Quiero llorar después de eso.
Quiero ser Jill Bolte Taylor.
La iluminación.
Posner.
El error.
quiero ser yo misma
extendida a lo largo de un campo azul de tenis.
En silencio.
No decir una sola palabra.



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